El arroz viene en texturas de grano largo, medio y corto.
Puede crecer fácilmente en tu jardín trasero, en un cantero o en cubetas,
siempre y cuando se le proporcione la cantidad correcta de suelo, agua y otros
nutrientes. El arroz de grano largo, medio y corto crece en condiciones húmedas
(específicamente en charcos de agua) o en condiciones parecidas a las de un
pantano. Una vez que los granos de arroz se desarrollan, el agua en la cual
crecen se debe drenar de manera que puedas recolectar y moler el cultivo.
Después de los procesos de recolección y molienda, ya puedes comer el arroz.
Preparación Del Terreno:
El terreno debe nivelarse muy bien, con pendientes que no
deben sobrepasar el uno por mil, e incluso es preferible nivelar a cero, lo que
permite hacer tablas hasta de 15 ha.
Al final del invierno se realiza la labor de alzar con el
arado de vertedera o con cultivador de ganchos. Con el fin de dejar el terreno
lo suficientemente disgregado puede ser necesario dar dos pases dobles cruzados
de escarificador. Según algunos agricultores, no conviene dar la labor de
fangueo, porque en la siembra directa parece que se dificulta la nascencia,
aunque se va imponiendo, como más práctico, en la mayoría de los casos, dar un
ligero pase de fangueo. Este pase se da con tractor provisto de ruedas de
jaula, sin dar solape entre las pasadas, como se hacía anteriormente.
Siembra:
El cultivo tradicional del arroz abarcaba un año completo.
Tras la cosecha que termina en octubre, un mes después, en noviembre se realiza
la perellonà que consistía en inundar las tierras. Para inundar las tierras de
cultivo se regulaban las compuertas del Perelló, del Perellonet y la de Pujol
para alterar los niveles de agua que entraban y salían del lago hacía el mar.
Esta operación solía durar unos dos meses, y con ella se inundaba los campos de
forma descontrolada, y permanecían en ese estado hasta que en febrero se secaban
las tierras con la aixugà.
Por lo que respecta al cultivo, este se iniciaba en pleno
invierno con la siembra de forraje en un campo de cultivo que meses después se
convertía en el planter. El forraje (ferratja, fabó) crecía durante todo el
invierno. Llegado el mes de marzo, se molturaba con la tierra sobre la que se
había sembrado con el fin de enriquecerla. Las raíces de este forraje retienen
y son ricas en nitrógeno y esto favorecía mucho el crecimiento del arroz en su
primera etapa. Los agricultores hacían los márgenes del 'planter' con el fin de
que el agua quedara retenida dentro del mismo. Colocaban barro en los márgenes
y utilizaban un caballo para 'patearlo' hasta hacerlo duro de forma que no
fuera posible que se filtrara el agua a través de él. Una vez hechos los
márgenes, las balsas que conformaban los márgenes del 'planter' se cubrían de
agua. Se utilizaba entonces una 'entauladora de ganivets' (en la actualidad se
utiliza un tractor provisto de ruedas de jaula directamente en el campo donde
se siembra) tirada por un caballo que daba vueltas a la tierra mezclándola con
el agua hasta hacer de ella un barro fino.
Con todo el proceso anterior, el 'planter' quedaba preparado
para la siembra del arroz. El 'barrejat' consistía en repartir las semillas 'a
voleo' por el campo. Con el fin de que quedaran esparcidas de forma
suficientemente uniforme, el agricultor las repartía mientras medía sus pasos
siguiendo un camino recto que enfilaba con unas cañas que situaba en los
extremos del campo. Esta fase terminaba a mediados de marzo. El 'planter' se
realizaba en un campo de cultivo muy cercano a la vivienda del agricultor ya
que, al principio, el cultivo del arroz requiere unos cuidados muy especiales.
En el período de marzo a mayo, el agua estancada del 'planter' se va calentando
gradualmente, favoreciendo su germinación pero también la aparición de toda una
serie de microorganismos, insectos y plantas que son perjudiciales para su
desarrollo en las primeras semanas. El agricultor debía vigilar constantemente
el 'planter' a fin de eliminarlos. Actualmente la utilización de toda una serie
de sustancias químicas evitan el desarrollo de estos microorganismos lo que
facilita mucho la tarea del agricultor.
Plantando el arroz
Compra semillas de arroz en cualquier tienda de jardinería o
de campesinos. También puedes comprar las semillas de arroz en una tienda de
buena reputación o buscar la ayuda de un oficial local experto en el ámbito de
la agricultura. Hay seis tipos básicos de arroz que puedes elegir:
Arroz de grano largo. Este tipo de arroz produce granos que
son ligeros y esponjosos. Tiende a ser un poco más seco que otras variedades.
Arroz de grano medio. Este tipo de arroz es húmedo, tierno,
ligeramente pegajoso y un poco cremoso cuando se cocina. Tiene la misma textura
que el arroz de grano largo.
Arroz de grano cortó. Cuando está cocido, el arroz de grano
corto se vuelve más suave y pegajoso. También es un poco más dulce. Este es el
arroz que se usa con el sushi.
Arroz dulce. A este arroz a veces se le llama “arroz
glutinoso” y es pegajoso cuando está cocido. A menudo se utiliza para productos
congelados.
Arroz aromático. Este tipo de arroz tiene más sabor y aroma
que otras variedades. Esta categoría incluye al arroz basmati, jazmín, rojo y
negro (de la variedad japónica).
Arroz Arborio. Este tipo se vuelve cremoso con un centro
masticable después de la cocción. Se utiliza principalmente para el risotto y
otros platos italianos.
Lugar De Plantación...
1. Escoge tu lugar de plantación. Asegúrate de
que el suelo en el área en la que vas a plantar consista en arcilla ligeramente
ácida para obtener mejores resultados. También puedes sembrar tus semillas de
arroz en cubetas de plástico con el mismo tipo de suelo. En donde sea que
plantes, asegúrate de tener una fuente de agua confiable y una manera de drenar
esa agua cuando necesites recolectar.
• Escoge un lugar que reciba plena luz solar,
ya que el arroz crece mejor con luz brillante y en temperaturas cálidas de al
menos 21° centígrados (aproximadamente 70° Fahrenheit).
• Considera la temporada. El área en la que vas a cosechar el
arroz tiene que permitir el crecimiento de plantas y flores durante 3 a 6
meses. El arroz necesita una temporada de crecimiento cálida y larga, así que
un clima como el del sur de los Estados Unidos es el mejor. Si el clima de tu
área no tiene periodos largos de calor, tal vez sea mejor que el arroz crezca
en interiores.
Siega.
Llegados a inicios del mes de septiembre, la espiga ya ha
crecido y es el momento de la recolección. Una cuadrilla de hombres iba segando
el arroz a mano con una hoz. Conforme segaban iban haciendo garbas con las
espigas de arroz. Estas se colocaban sobre aquellas partes húmedas (rastoll) de
las mismas garvas, que previamente habían sido cortadas con la 'corbella de
desbarbar' por ser inservibles, de forma que no tocaban el agua. Era este un
proceso muy pesado que precisaba además ser muy rápido, ya que este período es
de mucha humedad y se corre el peligro de que se produzcan tormentas que
podrían inundar el arroz recién cosechado humedeciéndolo. Si esto ocurría se
debía esperar a que se secaran las garbas en el campo pudiendo ocurrir que con
el calor germinase de nuevo lo que lo haría inútil. A medida que los haces se
secaban se sacaban a la era con el 'carro de garbejar' provisto de unos patines
y tirado por un caballo.
Trilla:
Las garbas eran transportadas hasta el 'sequer' bien con
carros o tractores. Allí se procedía al trillado del arroz. El trillado
consistía en separar el grano de arroz de la espiga. Lo hacían los hombres,
primero utilizando un trillo tirado por animales, y después con 'forques'
volteando las espigas de arroz para que el grano se soltara. Cuando el grano
quedaba separado se sacaba la paja y se quedaba sólo el arroz para que pudiera
recogerse. Un último proceso permitía separar los granos buenos de las 'cáscaras'
('pallús') y las pequeñas pajitas que podían haber quedado. Para lo cual se
procedía a la 'aventa' del arroz, que consistía en lanzar el arroz en dirección
al viento con una pala para separarlo de esos restos. A finales del .XIX la
introducción de la trilladora a vapor evitó todo este trabajo de trillar y
aventar ya que la misma realizaba todo este proceso. En los años 40 la
utilización del gasoil como fuente de energía permitió la utilización de
trilladoras móviles que se desplazaban hasta los 'sequers' y allí mismo
trillaban el arroz.
Secado y almacenado:
Tras el trillado venía el proceso de secado del arroz. El
secado del arroz consitía en escamparlo mediante un 'rascle' a lo largo de toda
la era. Con una 'llauradora' se hacían surcos a la superficie extendida de
arroz de manera que los rayos del sol incidieran sobre una superficie de
exposición mayor. La 'llauradora' se pasaba en distintas direcciones a lo largo
del día para permitir un buen secado. Un día soleado podía con viento seco de
poniente podía ser suficiente para secar el arroz. Una vez secado se amontonaba
en montones grandes mediante la 'truxilla' que era tirada por un caballo. Tras
amontonar el arroz ya podía ser recogido y almacenado en un granero. Una parte
de agricultores utilizaban como graneros la parte superior de sus propias casas
(cambras). El arroz era trasportado hasta allí en sacos desde la era. Para
subirlo a las 'cambras' podía utilizarse los servicios de una 'colla de
carregadors'. Otra alternativa era vender parte de la cosecha directamente
desde la era.
Es muy importante el secado del arroz porque de no secarse
bien podría producirse un proceso de fermentación que compactaría el arroz
estropeándolo. Si esto ocurría había que esparcirlo de nuevo para ventilarlo,
secándolo de nuevo. Si el traslado del arroz para su almacenamiento, tras
amontonarlo, no era posible se procedía a taparlo con lonas para evitar que si
llovía se mojara, evitando ese proceso de fermentación.
Durante todo este proceso el agricultor seleccionaba el
mejor arroz para utilizarlo en la 'barrexà' de la cosecha del año siguiente. A
lo largo del año el resto del arroz se vendía, a excepción de una parte, el
'cupo', que se destinaba al sindicato arrocero. El 'cupo' era una especie de
impuesto que cobraba el estado a través de dicho sindicato, y su cobro no se
eliminó hasta bien entrados los setenta.
Molido:
El último proceso para que el arroz llegue al público y sea
apto para el consumo es molerlo. Moler el arroz consiste en separar la cáscara
del grano. Una vez retirada la cáscara, queda un grano de un cierto color
pardo. Este grano es el denominado hoy en día arroz integral. A este grano
todavía se le ha de quitar una primera capa que aunque tiene muchas vitaminas
también contiene mucho almidón. Una vez pulido este grano ya obtenemos ese
grano de arroz de color blanco que se vende para el consumo.