jueves, 21 de mayo de 2015

ABONADO

Las necesidades medias de nutrientes/tm de producción de arroz son de 21 kg de nitrógeno, 11 kg de P2O5 y 18 kg de K2O. De estos datos podemos deducir que un abonado, pensando en una producción de 7.000 kg, puede ser del orden de:
150 Ud de N
100 Ud de P2O5
100 Ud de K2O
En los arrozales del Guadalquivir se emplean 750 kg/ha de sulfato amónico, 500 kg/ha de superfosfato 18% y 150 kg/ha de sulfato potásico. Es muy frecuente que los cultivadores prescindan del potásico. Otros que llevan abonado siempre con superfosfato limitan su utilización a una vez cada dos años, y no faltan los que siempre emplean nitrogenado. El potasio se debe emplear siempre en forma de sulfato potásico en vez de utilizar cloruro.
Con frecuencia se añaden abonos foliares (N-P-K) a los herbicidas, para contrarrestar la depresión que éstos pueden producir en la planta de arroz.
El sulfato de cobre se emplea para evitar la invasión de algas. Lo corriente es aplicarlo poniendo piedras de sulfato de cobre en las piqueras.
La urea se usa hoy tanto como el sulfato amónico. A veces se usa el amoníaco anhidro.
Cuando el arroz amarillea por falta de N debe realizarse una distribución de nitrato a razón de 150 kg/ha. Sin embargo, no es frecuente que esto se haga.
Para ello se cierra la entrada de agua en la parcela y, después de un cierto grado de escurrido, se cierra también la salida y, ya sin corriente, se aplica el nitrato, que es absorbido por las plantas en 24 horas.
Hay que cuidar las dosis de N a aplicar según las necesidades de cada parcela, para evitar el peligro de encamado, muy frecuente en este cultivo, y que reduce la producción o al menos encarece sensiblemente la recolección.
El superfosfato y el sulfato potásico se distribuyen sobre el terreno en seco antes de inundar la parcela, incorporándolos con un pase de cultivador o grada de discos. También es posible aplicarlos en la parcela inundada, incorporándolos con un pase de fangueo.
Cada vez se están utilizando más los abonos líquidos en suspensión. Aparte de la comodidad de uso, parece que hay una mayor y mejor absorción de N al principio, lo que da una nascencia más vigorosa y adelanto de unos días en el cultivo.
La mayor absorción de nitrógeno y potasa coincide con el período de máximo ahijamiento. La de fósforo, magnesio y calcio, con la fase final del ahijamiento.
La mayor parte de los fertilizantes son absorbidos por las raíces antes de que empiece la fructificación.
La absorción de elementos minerales es mayor cuanto mayor es el desarrollo de las raíces, el cual se ve favorecido por la oxigenación del terreno y por la circulación de agua de riego.




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